Puedes escuchar el disco aquí
Este es el tercer disco que en apenas tres años Jazz Flamenco Company lanza a la audiencia. Tras el muy flamenco “Niquelá” y la asunción flamenco jazz de clásicos nacionales y foráneos, de Chueca a Rachmaninoff, en “In a clasical mood”, nos llega ahora “Rumbo desconocido”, que como su título indica es un disco de búsqueda y, ciertamente, de encuentro, de hallazgos continuos en una propuesta que a cada paso se muestra más sólida. “Rumbo desconocido” despliega un extenso abanico de sonoridades con una misma concepción armónica y de desarrollo rítmico y melódico. El cañamazo de la Compañía de Jazz Flamenco lo conforma el trío de jazz, de jazz flamenco, que componen el pianista y autor de la mayor parte del temario Pedro Ojesto, el contrabajista José Miguel Garzón y el percusionista cubano Fernando Favier. Son jazzistas y vaya si suenan flamencos. Y con ellos están el guitarrista Joni Jiménez y el cantaor Israel Fernández. Escuchen el solo de Jiménez que sucede al de Ojesto en “Somos esa luz”. O acérquense a la voz de Fernández en “Me enamoro fácilmente” (“I fall in love too easily”). Es flamenco, pero para mí que este hombre está cantando jazz. Aquí no hay corta y pega ni fusión con calzador, sino el desarrollo que cada uno de los músicos ha interiorizado en su discurso musical. El disco arranca por bulerías y a toda tralla con palmas, piano Fender y el invitado Segundo Mijares al EWI (Electric Wind Instrument) o saxo midi, tal como consta en los créditos. Seguirán un bolero en el que apreciar la diversidad de registros de Israel Fernández y una versión por tangos de “Mandela”, de Pablo Milanés, con Juan Parrilla a la flauta. Y más tangos, que dan título ál- bum, con tratamiento de jazz moderno. Un romance expuesto a voz y guitarra dará paso a la banda a 7/8, un compás nada flamenco que logran aflamencar. Sin agotar la nómina, “estilo jazz” en “Recuerdo a Mariano”, con Jorge Pardo al saxo soprano, homenaje a quien fue el manager más querido de la escena jazzística madrileña, Mariano Gutiérrez. Y cierre con la voz de Miguel Montero y la guitarra de David Cerreduela, titular en los dos anteriores discos de la JFC y actualmente residente en Barcelona, tal vez indicando que el soberbio guitarrista no ha desparecido del proyecto. “Pocos grupos -nos dice Pedro Ojesto- pueden actuar una semana en el Café Central y otra semana en Casa Patas y casi con el mismo repertorio. Nosotros lo hacemos”. La música de este disco es la que suena en estos templos madrileños del jazz y del flamenco. Ahora la tienes en casa.
Javier de Cambra